lunes, 9 de agosto de 2010

Tras doscientos años la corrupción se mantiene, corregida y aumentada

 

Por: Circe Tinajero

Agosto / 2010

 

                               La realidad es que la corrupción no es un tema novedoso, su perenne existencia ha permeado casi toda la historia de nuestro país, sólo basta con hacer un breve recorrido a través de ésta.

 

En tiempos de la Colonia era común la compra y venta de puestos públicos (cualquier parecido con el Sindicato Mexicano de Electricistas –SME–, es mera coincidencia), títulos nobiliarios, el tráfico de escalafones militares y la confiscación de bienes, sobre todo entre las familias pudientes y las que se encontraban ligadas a la corona española.

 

Los gobernantes se aprovechaban de las complejidades de la estructura burocrática para hacerse de propiedades y de fortunas cuantiosas.

 

Ejemplo de ello fue el virrey Branciforte, quien se aprovechó de las relaciones con su cuñado Manuel Godoy, consejero de la corona, para crear una muy buena fortuna y aunque fue acusado de corrupto, ladrón y malvado, nunca se le comprobó nada.

 

Incluso, abandonó la Nueva España diciendo que estaba cansado de gobernar y harto de vivir en México, aunque gracias a ello había podido conseguir una gran cantidad de bienes.


Después de la Independencia, algunas familias, ligadas a los gobernantes, aumentaron sus riquezas, gracias a que brindaban favores, los cuales cobraban con concesiones, tierras y puestos públicos.

 

A lo largo del siglo XIX esta perversión se convirtió en el tema más recurrente, pues todo mundo sabía que las leyes no se cumplían de un modo regular, las instituciones no funcionaban, abundaban los motines, las rebeliones, y no se contaba con la disciplina del ejército ni con la responsabilidad de los funcionarios, lo cual se debía a que el país apenas comenzaba a formarse.

 

Desafortunadamente, con el paso de los años la corrupción siguió creciendo y cuando el movimiento revolucionario de 1910 pretendió cortar de tajo con el antiguo régimen y sus vicios, los resultados fueron muy pobres; la corrupción se pasó de unos a otros, es decir, seguía latente sólo que ahora se llevaba a cabo gracias a los llamados caudillos.

 

Para 1940, cuando se anunciaba la muerte de los efectos de la Revolución Mexicana, dicho vicio siguió con vida, y para colmo de males se había sistematizado con una perfección que permitió que el poder lo tuvieran unos cuantos por más de 70 años.

 

Todo indicaría que sí, somos un país de corruptos, que es parte de nuestra historia ser así y que ahora durante las fiestas del Bicentenario celebraremos 200 años de vivir en la corrupción. Sin embargo, a pesar de que "lo normal" fuera ser corruptos, ha habido mexicanos que han nadado contracorriente.

 

Asimismo, hay que tener en mente que todos poseemos voluntad, que no estamos obligados a cometer los mismos errores, que somos un país libre que tiene la capacidad de cambiar su futuro y erradicar sus vicios.

 

Estimado lector, es tiempo de cambiar lo que no nos gusta de nuestro país, no hay que esperar a que llegue el gran presidente o gobernador para hacerlo, uno mismo puede lograr grandes cambios, si erradicamos poco a poco lo que está dañando nuestra sociedad, como es la corrupción.

 

 



Réquiem por mi patria

 

Manifiesto de Enrique Galván-Duque Tamborrel

 

Tengo 81 años de edad, así es que crecí a la par que se entronizaba la Trinca Infernal (PNR-PRM-PRI), además crecí en el seno de una familia de espíritu socialdemócrata.  Esta circunstancia me coloca en posición de no tragarme los embustes de su propaganda.  La actitud de sus legisladores no es nada nuevo, finalmente es confirmar una vez más su forma de proceder.

 

Abandonar el recinto para no debatir la iniciativa presentada por el Presidente de la República es una actitud por demás sobada por el PRI, partido que de siempre estuvo imponiendo su criterio a raja tabla, al más rancio estilo de "aquí sólo mis chicharrones truenen".   Bien dijo el que dijo que solamente cuando desaparezca el PRI, México resurgirá.

 

Crecí viendo por doquier la corrupción creada y fomentada por los gobiernícolas (como les llamábamos los estudiantes de esa época).  Para controlar a las masas de trabajadores y campesinos, crearon las nefastas CNC y CTM, con su pléyade de líderes corruptos y casiquiles, que convirtieron a esas "masas" en borregos.  Y para que le sigo, me da asco recordar y evaluar todo el daño que le causaron a mi Patria.  Todos los males que padecemos hoy en día son de hecho producto de esas siete largas décadas en que sometieron al país a un sistema dictatorial y hegemónico.



El reverso de la medalla

 
Mientras en los países occidentales se debate por minimizar los delitos de orden moral, y por ende, de suavizar las penas.  En el medio oriente y Asia es al revés, como en el caso de irán, en el que se pretende ejecutar a una mujer por adulterio.

 

Queridos amigos y amigas,


Sakineh Ashtiani podría ser ejecutada por adulterio en los próximos días en Irán, pero dos hombres aún pueden salvarla: los líderes políticos de Brasil y Turquía.


El Presidente Lula y el Primer Ministro Erdoğan son mediadores habituales y aliados clave de Irán, y tanto Brasil como Turquía han condenado el caso. Ahora, necesitamos presionarlos para que desplieguen todo su potencial diplomático y persuadan a Irán para que libere a Sakineh y abandonen la lapidación de una vez por todas.


Avaaz está iniciando una campaña de emergencia para publicar anuncios en los medios más influyentes de Turquía y Brasil, exigiéndoles que presionen a Irán a mostrar clemencia y justicia. Los anuncios serán los portavoces de nuestro medio millón de firmas, haciéndose oir dentro de los círculos políticos, y apelando directamente al liderazgo y a la autoridad moral de Lula y de Erdoğan. Si 5.000 de nosotros hacemos una donación, aunque sea una pequeña suma, en las próximas 72 horas, difundiremos una poderosa declaración ciudadana antes de que sea demasiado tarde. Esta puede ser la última esperanza para Sakineh. Haz clic abajo para colaborar:


https://secure.avaaz.org/es/save_sakinehs_life/?vl

La sentencia contra Sakineh constituye una farsa, una parodia de la justicia. Fue condenada a muerte por lapidación porque supuestamente había mantenido relaciones con otros hombres, a pesar de que su marido había fallecido años atrás, y de que la lapidación ya había sido declarada ilegal en Irán. Y por si ello fuera poco, Sakineh se enfrentó a un juicio celebrado en un idioma que no era el suyo. Sus dos hijos lanzaron una campaña para salvar su vida que logró generar un revuelo mundial, incluyendo la acción de 554.000 miembros de Avaaz. Bajo la creciente presión, el gobierno iraní revocó la lapidación, pero mantiene aún la condena a morir ejecutada.


La tensión ha ido en aumento en Irán desde que el caso de Sakineh cobró atención mundial. El régimen ha amenazado con arrestar a sus hijos por hacer declaraciones y ya ha emitido una orden de arresto contra el abogado de Sakineh, que ha tenido que pasar a la clandestinidad. Sus familiares están siendo objeto de persecución.


Pero Lula y Erdoğan son muy respetados en Irán y pueden influenciar la decisión última del régimen. Y además, ambos escucharán nuestras voces. En un principio, Lula declaró que no se involucraría con este caso, pero uno de sus colaboradores le mostró la impresionante campaña mundial por internet, y entonces cambió de parecer. Ahora Lula ha ofrecido asilo a Sakineh y está llamando a las autoridades iraníes a que anuncien la rápida resolución del caso. Sabemos que Lula presta atención a las campañas de Avaaz: durante este último año, y a pesar de una feroz oposición, nuestros miembros en Brasil ayudaron a persuadir a Lula para que firmara una ley de protección de la Amazonía, así como una audaz ley anti-corrupción.


En las últimas dos semanas, más de 554.000 de nosotros hemos firmado la petición para salvar a Sakineh, y de paso terminar con la lapidación en Irán. Apenas tenemos unos días para persuadir a Lula y a Erdoğan a que actúen, y puede que esta sea nuestra última oportunidad de salvar a Sakineh. Colaboremos con una pequeña suma, para asegurarnos así de que nuestras voces se escuchen alto y fuerte:


https://secure.avaaz.org/es/save_sakinehs_life/?vl

El caso de Sakineh ha indignado al mundo entero por la magnitud de esta brutal injusticia. Pero en nuestra lucha por esta mujer también estamos lanzando un potente comunicado que afecta a las mujeres en general, y en todo el mundo. Al movilizarnos en defensa de una persona, también estamos dando un paso al frente para proteger el derecho de todos a la justicia.

Los hijos de Sakineh han enviado una última súplica: "No permitan que nuestra pesadilla se convierta en una realidad. Hoy, cuando casi todas las opciones están terminando en callejones sin salida, recurrimos a ustedes. Por favor, ayuden a nuestra madre a volver a casa!" Haz clic abajo para responder a su llamamiento, y para que Erdoğan y Lula hagan lo mismo:


https://secure.avaaz.org/es/save_sakinehs_life/?vl

Con esperanza y determinación,


Alice, Pascal, Alice W, Ricken, Paula, Maria Paz, David y todo el equipo de Avaaz


Más información:


Amnesty Internacional, Sección España, "Irán: mujer en riesgo de ser ejecutada por adulterio":

 

http://www.es.amnesty.org/actua/acciones/iran-lapidacion-mujer/

El País, "Irán rechaza el asilo en Brasil de la condenada a lapidación":


http://www.elpais.com/articulo/internacional/Iran/rechaza/asilo/Brasil/condenada/lapidacion/elpepiint/20100804elpepiint_5/Tes

http://www.avaaz.org/act/open/691131852.gif



Nace en México una red para familias de desaparecidos

 

Por: Enrique Galván-Duque Tamborrel

Agosto / 2010

 

En un  encuentro realizado en las oficinas del obispado de Saltillo, nació en México, por la problemática de la guerra entre los cárteles de la droga, una red de familias de personas desaparecidas.

 

En la reunión de nacimiento de la Red estuvieron representantes de los estados de Coahuila, Nuevo León y Chihuahua. El común denominador es que pertenecían a familias de personas desaparecidas. Se integró una red de coordinación con el fin de buscar estrategias y exigir al Estado mexicano brinde protección y seguridad a los ciudadanos. Así también, que se brinde justicia ante la situación "caótica que vive el país".

 

De Chihuahua llegaron representantes del Centro de Derechos Humanos Paso del Norte, A. C.; Centro de Derechos de las Mujeres A. C., Red Mesa de Mujeres de Ciudad Juárez A. C., y Justicia para Nuestra Hijas, A. C.; así como de la Comisión de Solidaridad y Defensa de los Derechos Humanos A. C. (COSYDDHAC).

 

De Nuevo León participaron madres de familia que sufren la desaparición de hijos y esposos; mientras que de Coahuila participaron mujeres y hombres que integran FUUNDEC (Fundación Unidos por Nuestros Desaparecidos en Coahuila).

 

Blanca Martínez Bustos, directora del Centro Diocesano para los Derechos Humanos Fray Juan de Larios, coordinó la primer parte del encuentro; posteriormente Luz Castro, coordinadora del Centro de Derechos de las Mujeres de Chihuahua, continuó el programa donde se plantearon las acciones a realizar en los próximos días.

 

Por su parte, el obispo de la diócesis de Saltillo,  monseñor Raúl Vera López, expresó su solidaridad con las familias de los desaparecidos y les dio su apoyo para seguir en la lucha por la justicia.

 

"Desde el centro diocesano para los derechos humanos nos hemos dado a la tarea de articular a los familiares de los desaparecidos; los primeros fueron los 12 desaparecidos en Piedras Negras, trabajadores del Estado de México que vinieron a Coahuila", explicó monseñor Vera López.

 

El tema de las personas desaparecidas es solamente uno de los 23 delitos tipificados dentro del crimen organizado y esto demuestra "la situación caótica que se vive en este país; nadie responde a nadie, nadie hace nada, la mayor parte de la población está expuesta a todo", afirmó el obispo de Saltillo.

 

Total, cero y van quien sabe cuántos intentos para contrarrestar el secuestro, con todas sus modalidades, desde la coacción, para obtener dinero, al de menores para fines de pornografía y abuso sexual como para tráfico de organismos humanos.  Pero, como quiera que se le vea, es un delito abominable y merece un ejemplar castigo, mismo que los gobiernos se niegan a aplicar, excepto algunos países de medio oriente y asiáticos que aplican castigos que van desde la mutilación de miembros, hasta la muerte.

 

Fue por esa razón --confirmó monseñor Vera López-- que la respuesta a la convocatoria para el encuentro fue positiva porque existe en las familias el convencimiento de que "aquí sí las escuchamos y sí hay interés".

 

Integrantes de la red expresaron que próximamente darán a conocer las acciones en conjunto a seguir después de esta experiencia "llena de esperanza" para quienes viven con la angustia y el dolor de tener una persona desaparecida.

 



miércoles, 4 de agosto de 2010

De grande quiero ser sicario"

 

Por:  Luis-Fernando Valdés

Agosto / 2010

 

Recientemente, la Ciudad de Torreón atrajo la atención de los medios informativos de América y Europa. El motivo fue la triste noticia de la masacre de 18 personas (más 17 heridos), durante una reunión (19.VII.2010). Como para no creerlo es este atentado ya se había anunciado por Internet dos semanas antes. ¿Por qué en una fiesta? ¿Por qué a los jóvenes?

 

La causas de esta durísima crisis nacional son variadas y complejas, de modo que en el espacio de la columna de hoy no los podemos agotar. Sin embargo, sí podemos hacer una serie de reflexiones a propósito de estos muchachos asesinados.

 

Sin poder dejar de lado la ola de sangre, de crueldad, de desintegración familiar, vale la pena centrarnos un momento en la cultura que el narcotráfico ya ha introducido en nuestro país. No me refiero sólo a los "narco-corridos", sino al horizonte que se ha creado y al que ya aspiran miles de jóvenes que afirman: "de grande quiero ser sicario".

 

Los mexicanos por cultura somos personas que se saben entregar a ideales. Y esa entrega tiene generalmente un cariz "vocacional" ("nací para esto"), y no pocas veces raya en una religiosidad (aunque no se refiera a un Ser sobrenatural). De modo que cuando un joven mexicano escoge un ideal que seguir, seguramente lo verá como la misión por la cual vivir y a la cual ser fiel.

 

Cuando estos ideales son espirituales o altruistas no hay mayor problema (salvo algunas exageraciones propias de la juventud). Entonces los jóvenes ponen toda su iniciativa, su tiempo y su energía en ese ideal: misiones religiosas, proselitismo político, voluntariado y el ejército. Pero, ¿qué pasa con ese gran potencial, cuando se elige como ideal el narcotráfico?

 

Éste es el gran problema que hoy quisiera denunciar: México está perdiendo el corazón de miles de jóvenes, y toda la iniciativa y la energía que ellos tienen se está convirtiendo en la herramienta de bandas armadas.

 

Ahora mismo, la crueldad ya no es el único tema preocupante, sino también lo es constatar la gran capacidad de organización, de estrategia, de iniciativas financieras y paramilitares. Es decir, hay una gran iniciativa y mucha inteligencia detrás de esta guerra. Y esa iniciativa e inteligencia de tantos jóvenes son lo que el narco le ha robado a nuestro país.

 

Qué pena que tantas personas no hayan tenido la oportunidad de emplear sus grandes capacidades para hacer el bien, para levantar sus comunidades, para sacar adelante a nuestra patria. No es suficiente denunciar que la pobreza, la injusticia, la desigualdad de oportunidades, el difícil acceso a la educación son algunas de las causas, porque el problema sigue ahí: esos jóvenes han encontrado en la asociación con las bandas de traficantes el modo de crecer y servir a un ideal.

 

La cultura del narco ha venido a llenar un triste hueco: el de los ideales por los cuales entregar la vida. Qué pena que la fe y la patria ya no sean el horizonte para esos jóvenes. La pérdida de credibilidad en no pocos de los que detentan los ideales religiosos, políticos y cívicos subyace en este problema.

 

Ésta es una amarga lección que nos da el narcotráfico: si a los jóvenes no se les presentan ideales verdaderos (religiosos, políticos, sociales…), si no hay quienes encarnen de verdad esas altas metas (clérigos, políticos, empresarios, periodistas…), si no se ofrece a los muchachos las condiciones (económicas, educativas, sanitarias…) para conseguirlos, entonces el narco seguirá fagocitando a la juventud mexicana. La tarea pues está clara… vayamos por ella.