lunes, 9 de agosto de 2010

Réquiem por mi patria

 

Manifiesto de Enrique Galván-Duque Tamborrel

 

Tengo 81 años de edad, así es que crecí a la par que se entronizaba la Trinca Infernal (PNR-PRM-PRI), además crecí en el seno de una familia de espíritu socialdemócrata.  Esta circunstancia me coloca en posición de no tragarme los embustes de su propaganda.  La actitud de sus legisladores no es nada nuevo, finalmente es confirmar una vez más su forma de proceder.

 

Abandonar el recinto para no debatir la iniciativa presentada por el Presidente de la República es una actitud por demás sobada por el PRI, partido que de siempre estuvo imponiendo su criterio a raja tabla, al más rancio estilo de "aquí sólo mis chicharrones truenen".   Bien dijo el que dijo que solamente cuando desaparezca el PRI, México resurgirá.

 

Crecí viendo por doquier la corrupción creada y fomentada por los gobiernícolas (como les llamábamos los estudiantes de esa época).  Para controlar a las masas de trabajadores y campesinos, crearon las nefastas CNC y CTM, con su pléyade de líderes corruptos y casiquiles, que convirtieron a esas "masas" en borregos.  Y para que le sigo, me da asco recordar y evaluar todo el daño que le causaron a mi Patria.  Todos los males que padecemos hoy en día son de hecho producto de esas siete largas décadas en que sometieron al país a un sistema dictatorial y hegemónico.



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