lunes, 9 de agosto de 2010

Nace en México una red para familias de desaparecidos

 

Por: Enrique Galván-Duque Tamborrel

Agosto / 2010

 

En un  encuentro realizado en las oficinas del obispado de Saltillo, nació en México, por la problemática de la guerra entre los cárteles de la droga, una red de familias de personas desaparecidas.

 

En la reunión de nacimiento de la Red estuvieron representantes de los estados de Coahuila, Nuevo León y Chihuahua. El común denominador es que pertenecían a familias de personas desaparecidas. Se integró una red de coordinación con el fin de buscar estrategias y exigir al Estado mexicano brinde protección y seguridad a los ciudadanos. Así también, que se brinde justicia ante la situación "caótica que vive el país".

 

De Chihuahua llegaron representantes del Centro de Derechos Humanos Paso del Norte, A. C.; Centro de Derechos de las Mujeres A. C., Red Mesa de Mujeres de Ciudad Juárez A. C., y Justicia para Nuestra Hijas, A. C.; así como de la Comisión de Solidaridad y Defensa de los Derechos Humanos A. C. (COSYDDHAC).

 

De Nuevo León participaron madres de familia que sufren la desaparición de hijos y esposos; mientras que de Coahuila participaron mujeres y hombres que integran FUUNDEC (Fundación Unidos por Nuestros Desaparecidos en Coahuila).

 

Blanca Martínez Bustos, directora del Centro Diocesano para los Derechos Humanos Fray Juan de Larios, coordinó la primer parte del encuentro; posteriormente Luz Castro, coordinadora del Centro de Derechos de las Mujeres de Chihuahua, continuó el programa donde se plantearon las acciones a realizar en los próximos días.

 

Por su parte, el obispo de la diócesis de Saltillo,  monseñor Raúl Vera López, expresó su solidaridad con las familias de los desaparecidos y les dio su apoyo para seguir en la lucha por la justicia.

 

"Desde el centro diocesano para los derechos humanos nos hemos dado a la tarea de articular a los familiares de los desaparecidos; los primeros fueron los 12 desaparecidos en Piedras Negras, trabajadores del Estado de México que vinieron a Coahuila", explicó monseñor Vera López.

 

El tema de las personas desaparecidas es solamente uno de los 23 delitos tipificados dentro del crimen organizado y esto demuestra "la situación caótica que se vive en este país; nadie responde a nadie, nadie hace nada, la mayor parte de la población está expuesta a todo", afirmó el obispo de Saltillo.

 

Total, cero y van quien sabe cuántos intentos para contrarrestar el secuestro, con todas sus modalidades, desde la coacción, para obtener dinero, al de menores para fines de pornografía y abuso sexual como para tráfico de organismos humanos.  Pero, como quiera que se le vea, es un delito abominable y merece un ejemplar castigo, mismo que los gobiernos se niegan a aplicar, excepto algunos países de medio oriente y asiáticos que aplican castigos que van desde la mutilación de miembros, hasta la muerte.

 

Fue por esa razón --confirmó monseñor Vera López-- que la respuesta a la convocatoria para el encuentro fue positiva porque existe en las familias el convencimiento de que "aquí sí las escuchamos y sí hay interés".

 

Integrantes de la red expresaron que próximamente darán a conocer las acciones en conjunto a seguir después de esta experiencia "llena de esperanza" para quienes viven con la angustia y el dolor de tener una persona desaparecida.

 



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