sábado, 27 de febrero de 2010

¿Cómo sortear la crisis económica?

  

Por: Equipo yoinfluyo.com

Febrero / 2010

 

La crisis económica se niega a dejar que nuestro bolsillo se recupere. Los precios aumentan y los sueldos se mantienen al mismo nivel que el año pasado. Para quienes tienen la fortuna de tener trabajo. Sin hablar de aquellos que se mantienen en las estadísticas del desempleo. El poder adquisitivo disminuye en términos generales y hay quien prevé que la crisis puede seguir hasta el próximo año. ¿Tú cómo estás enfrentando la crisis?

 

LA CUESTA DE ENERO… Y DE FEBRERO… Y DE MARZO…

 

Todos hemos visto y sufrido el aumento de precios en el consumo de bienes básicos y, en general, de cada uno de los productos y bienes que compramos. El agua aumentó su precio y los diputados federales avalaron un incremento de 1 por ciento al IVA. Atestiguamos cómo nuestro bolsillo cada vez se adelgaza más rápido si compramos los mismos bienes que siempre. Y esto es explicable.

 

Para pagar lo mismo necesitamos más dinero. Los sueldos no se han ajustado en la medida en que los precios aumentan y, lógicamente, nuestro poder adquisitivo se ve disminuido.

 

 

Además, los costos de producir energéticos, como gas, electricidad, gasolina y diesel también han aumentado, por lo que nos cuesta más ir de la casa al trabajo y de éste hacia el hogar. Asimismo, toda aquella producción que emplee como energético a alguno de estos productos ha aumentado sus costos y precios.

 

Diciembre es un mes en el que el consumo en varios mercados aumenta. Si consideramos que el ajuste de salarios fue mínimo en general respecto al año pasado, y tenemos en cuenta que los precios han aumentad de forma significativa, entendemos la razón por la que nos falta dinero para cubrir todos nuestros gastos.

 

El sector empresarial de nuestro país aseguró en enero pasado que la crisis económica se mantendría al menos buena parte de este 2010. El presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Armando Paredes Arroyo, indicó que si este año será difícil, también 2011 podría ser complicado.

 

Por su parte, el Nacional aseguró, también en enero pasado, que la institución tendría un incremento del 50 por ciento en sus préstamos durante ese mes. Si en enero de 2009 se prestó un total de mil 100 millones de pesos, en el mismo mes de este año se darían mil 670 millones de pesos.

Por si fuera poco, la crisis económica no cede en cuanto a que sigue provocando una tasa de desempleo alta. El año pasado el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reportó 360 mil empleos perdidos y este año se prevé que la cifra sea aún mayor.

 

Hoy en México hay cerca de 3 millones de personas sin empleo. La Población Económicamente Activa (PEA) de nuestro país es de más de 47 millones de personas, por lo que cerca del 5 por ciento está sin trabajo, aun buscando y queriendo trabajar.

 

Si alguien sufre con la crisis económica son las familias y no las empresas. Las empresas tienen muchas herramientas para sortear la crisis: pueden diferir pagos, asumir deuda, tienen mayores facilidades para pagar créditos, entre otros. Las personas concretas, las familias, no tienen tantas facilidades. O pagan o no pagan, con las consecuencias que esto acarrea.

Curioso y aparentemente contradictorio es la afirmación de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicios y Departamentales (Antad) en el sentido de que ese sector aumentó sus ingresos en el mes de enero. Sin embargo, el segmento poblacional al que se dirigen es el de ingresos medio, medio-alto y alto, por lo que quienes sufren los impactos de la crisis son los más pobres.

 

¿QUÉ HACER FRENTE A ESTA CRISIS?

 

Aun así, hay cuestiones básicas que debemos tomar en cuenta para enfrentar con mayor fuerza la crisis económica que hoy sigue impactando nuestros bolsillos. Aquí te presentamos los consejos del académico de la Universidad Panamericana, Jesús de Alba Monroy, para que los tengas en cuenta la próxima vez que pienses en utilizar tu dinero.

 

·                    Ajustar los hábitos de consumo a lo estrictamente necesario. En muchas ocasiones solemos gastar en bienes que quizá no necesitamos tanto. Esto significa privarnos de gastar en bienes y servicios de lujo que pueden ser postergados.

·                    Seleccionar cuidadosamente los servicios en los cuales gastar el dinero. Dentro de nuestros hábitos de consumo tenemos una lista de bienes y servicios que consumimos con cierta regularidad. Hay que evaluar qué cosas podemos comprar, que satisfagan nuestras necesidades al menor costo.

·                    Racionalizar el gasto. Hay que prohibirnos gastar por impulso. Es nuestro deber administrar la liquidez. Si podemos diferir pagos (que no es lo mismo que evadirlo), hagámoslo. Si no es posible pagar nuestras deudas de un golpe, debemos asumir el hecho, siempre y cuando seamos capaces de cumplir nuestras obligaciones financieras difiriéndolas un poco.

·                    Apoyar solidariamente a los que tenemos cerca. Si vas de compras, procura ir a donde te den mejores precios por lo que obtienes. Aún más, si vas a comprar víveres para tu casa, considera que tienes familia (hijos, hermanos, incluso vecinos) que hacen lo mismo que tú. Pónganse de acuerdo para comprar víveres al mayoreo, de modo que puedan obtener las mejores condiciones de precios para todos.

 

Si estos consejos te son de utilidad o tienes más sugerencias que hacer, escríbenos. Intercambiemos información para hacer más llevadera esta crisis económica. Por nuestro bien y el de los nuestros.

 

 
«El respeto a la ley enaltece nuestro espíritu»

Davos: lecciones y proyecciones

Por: Equipo yoinfluyo.com

Febrero / 2010

 

El Foro Económico Mundial de Davos, culminado el pasado 31 de enero, es ocasión propicia para retomar la reflexión que ahí se realizó respecto al sistema económico, sus carencias y limitaciones. De este modo, a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia, retomemos las ideas.

 

DOCTRINA SOCIAL Y PROGRESO

 

La revolución industrial, así como la consolidación de los Estados-nación y del pensamiento ilustrado en la cultura occidental fueron hitos que marcaron, cada uno a su manera, la historia moderna. La Iglesia Católica, comprendiendo los cambios culturales, paradigmáticos, que sufría la humanidad, supo dar respuesta y contenido a dichos cambios.

 


Fue León XIII quien en 1891 publicó la encíclica Rerum Novarum debido a que consideró necesario permear con el Evangelio las cuestiones sociales de aquellos tiempos. No hay duda que las circunstancias de entonces difieren con las actuales en la forma, pero en el fondo la Doctrina Social de la Iglesia sigue concentrada en dar a la persona su verdadera dimensión en el entramado social.

 

La Rerum Novarum se centró en la defensa de los trabajadores a partir de la creación de asociaciones que protegieran sus legítimos intereses. La revolución industrial trajo consigo progreso técnico y desarrollo tecnológico, sin embargo León XIII consideró que aquello era secundario si se prescindía de la dignidad de los trabajadores para dar paso al culto a la técnica.

 

La Doctrina Social de la Iglesia fue en franco desarrollo. Los sucesores de León XIII consideraron necesario proseguir con el trabajo de dar sentido a lo que acontecía en el mundo a partir del Evangelio y de la doctrina católica.

Así, la historia registra Pacem Dei Munis (Benedicto XV), Quadragesimo Anno (Pío X), Mater et Magistra (Juan XXIII), Populorum Progressio y Octagesima Adveniens (Pablo VI), así como Laborem Exersens, Sollicitudo Rei Sociallis y Centesimus annus (Juan Pablo II).

 

Cada una de ellas responde a necesidades particulares para los cristianos ubicados en diferentes épocas, sin embargo el trasfondo es el mismo: la Iglesia responde a la cuestión sobre la forma en la que los católicos, desde el lugar que les corresponde, deben contribuir al desarrollo social, al progreso comunitario, al bien común.

 

El Papa actual, Benedicto XVI, retoma todo este legado y lo entiende según los tiempos que hoy vivimos. La Doctrina Social de la Iglesia se caracteriza porque es  concreta y aplicable en la realidad que vivimos los seres humanos.

 

El progreso se ha ideologizado. Carlos Marx creía que el progreso se alcanzaba cuando se daba poder al proletariado y éste asumía el control de los medios de producción. Las ideologías totalitarias pensaban que el progreso consistía en que una élite asumiera el poder para instaurar un nuevo sistema, guiado por los que se pensaban mejores.

 

Las ideologías de hoy asumen el progreso de diferentes formas. Para unos, progreso significa otorgar supuestos nuevos derechos no reclamados previamente, como el aborto o el reconocimiento legal a las uniones entre personas del mismo sexo.

 

Hay causas que son defendidas por muchas personas, como las ya mencionadas, a las que se suma la defensa de los animales, el cuidado del medio ambiente, el propio cuidado del cuerpo y de la mente. Sin embargo, se puede afirmar que dicha defensa se queda vacía en tanto que la causa se ve como un fin en sí mismo y no como un medio para obtener mejores condiciones de vida.

 

Para la Iglesia Católica, el progreso trasciende estas fronteras. Benedicto XVI, recordando a Paulo VI, afirma que "el hombre no es capaz de gobernar por sí mismo su propio progreso, porque él solo no puede fundar un verdadero humanismo".

 

DAVOS: REPENSAR EL SISTEMA ECONÓMICO

 

La característica principal del Foro Económico Mundial de Davos, concluido el pasado 30 de enero, fue la reflexión en torno al diseño del sistema económico prevaleciente y sus efectos en los procesos financieros y económicos a nivel mundial.

 

En las conclusiones, esta edición de Davos fue calificada por el propio fundador del evento, Klaus Schwab, como la más oscura desde el punto de vista económico, ello debido a la crisis que todavía aqueja a muchos países del orbe.

 

Ahí se previó que las tasas de desempleo continuarán al alza y se advirtió de los riesgos que esta crisis económica puede causar, entre los que se encuentran reacciones sociales violentas y el regreso del proteccionismo financiero que ejercieron diversas naciones durante muchos años, así como del nacionalismo exacerbado.

 

Los líderes políticos, económicos, intelectuales y académicos ahí reunidos coincidieron en que el modelo económico actual está en una crisis profunda de la que es necesario sobreponerse. Incluso, existe un interés profundo en la reunión del G-20 que se realizará en Londres a principios de abril.

 

¿Por qué el interés en esa reunión? Simple. Ahí se definirán los ejes de lo que será el nuevo sistema financiero global.

 

Sin embargo, la reflexión de Davos debe mantenerse como una lección profunda para la conformación de dicho sistema. La conclusión de que la crisis económica mundial se debe a la crisis de valores se ha difundido y asumido cada vez más. Y este punto ya había sido abordado por el Papa Benedicto XVI, varios meses antes de que se tratara en Davos.

 

NUEVO SISTEMA ECONÓMICO: EL PAPA TIENE ALGO QUÉ DECIR

 

En realidad, la conformación de un nuevo sistema económico significa la transformación de los paradigmas sociales y políticos actuales.

 

Los últimos siglos, a partir del XVII, muchos sistemas políticos de Occidente –unos más que otros– han procurado relegar la vida de fe al ámbito privado, como si ésta fuera un factor nocivo para el progreso de los pueblos.

 

Ante ello, Benedicto XVI hace un llamado contundente a dar un giro al nuevo sistema económico, al nuevo contrato social, a la nueva realidad mundial que ya está aquí.

 

El Papa pide reconocer a la persona en su realidad corporal y espiritual, dado que en función de ello es posible diseñar sistemas, procesos, servicios e interacciones que estén al servicio de la misma.

 

Benedicto XVI conoce bien la lógica económica y del sistema financiero: "La actividad económica no puede resolver todos los problemas sociales ampliando sin más la lógica mercantil. Debe estar ordenada a la consecución del bien común, que es responsabilidad sobre todo de la comunidad política".

 

"Por tanto, se debe tener presente que separar la gestión económica, a la que correspondería únicamente producir riqueza, de la acción política, que tendría el papel de conseguir la justicia mediante la redistribución, es causa de graves desequilibrios", afirma el Papa.

 

El punto 38 de su encíclica social, Caritas in Veritate, el pontífice afirma: "En la época de la globalización, la actividad económica no puede prescindir de la gratuidad, que fomenta y extiende la solidaridad y la responsabilidad por la justicia y el bien común en sus diversas instancias y agentes".

 

 "Se trata, en definitiva, de una forma concreta y profunda de democracia económica. La solidaridad es en primer lugar que todos se sientan responsables de todos; por tanto no se la puede dejar solamente en manos del Estado.

 

"[...] Se requiere, por tanto, un mercado en el cual puedan operar libremente, con igualdad de oportunidades, empresas que persiguen fines institucionales diversos. Junto a la empresa privada, orientada al beneficio, y los diferentes tipos de empresa pública, deben poderse establecer y desenvolver aquellas organizaciones productivas que persiguen fines mutualistas y sociales".

 

"De su recíproca interacción en el mercado se puede esperar una especie de combinación entre los comportamientos de empresa y, con ella, una atención más sensible a una civilización de la economía. En este caso, caridad en la verdad significa la necesidad de dar forma y organización a las iniciativas económicas que, sin renunciar al beneficio, quieren ir más allá de la lógica del intercambio de cosas equivalentes y del lucro como fin en sí mismo".

 

Concluye su documento: "Sólo si pensamos que se nos ha llamado individualmente y como comunidad a formar parte de la familia de Dios como hijos suyos, seremos capaces de forjar un pensamiento nuevo y sacar nuevas energías al servicio de un humanismo íntegro y verdadero (...) El humanismo que excluye a Dios es un humanismo inhumano".

 

Para alcanzar bienestar, progreso, para la construcción del bien común, los hombres de poder deben tener muy en cuenta que en el centro del diseño del sistema económico mundial y sus efectos está la humanidad: personas concretas que viven instaladas en dicho sistema, en el que viven e interactúan y sobre las cuales aquél tiene implicaciones.

 

Ya veremos si en Londres el G-20 asume en su agenda las conclusiones de Davos que, aunque en sí mismas no son alentadoras, sí representan una oportunidad para que el nuevo sistema económico mundial deje de lado el interés de las utilidades para que sea puesto al servicio de las personas y naciones del orbe.

 

 

  
«El respeto a la ley enaltece nuestro espíritu»

Davos: lecciones y proyecciones

 

Por: Equipo yoinfluyo.com

Febrero / 2010

 

El Foro Económico Mundial de Davos, culminado el pasado 31 de enero, es ocasión propicia para retomar la reflexión que ahí se realizó respecto al sistema económico, sus carencias y limitaciones. De este modo, a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia, retomemos las ideas.

 

DOCTRINA SOCIAL Y PROGRESO

 

La revolución industrial, así como la consolidación de los Estados-nación y del pensamiento ilustrado en la cultura occidental fueron hitos que marcaron, cada uno a su manera, la historia moderna. La Iglesia Católica, comprendiendo los cambios culturales, paradigmáticos, que sufría la humanidad, supo dar respuesta y contenido a dichos cambios.

 


Fue León XIII quien en 1891 publicó la encíclica Rerum Novarum debido a que consideró necesario permear con el Evangelio las cuestiones sociales de aquellos tiempos. No hay duda que las circunstancias de entonces difieren con las actuales en la forma, pero en el fondo la Doctrina Social de la Iglesia sigue concentrada en dar a la persona su verdadera dimensión en el entramado social.

 

La Rerum Novarum se centró en la defensa de los trabajadores a partir de la creación de asociaciones que protegieran sus legítimos intereses. La revolución industrial trajo consigo progreso técnico y desarrollo tecnológico, sin embargo León XIII consideró que aquello era secundario si se prescindía de la dignidad de los trabajadores para dar paso al culto a la técnica.

 

La Doctrina Social de la Iglesia fue en franco desarrollo. Los sucesores de León XIII consideraron necesario proseguir con el trabajo de dar sentido a lo que acontecía en el mundo a partir del Evangelio y de la doctrina católica.

Así, la historia registra Pacem Dei Munis (Benedicto XV), Quadragesimo Anno (Pío X), Mater et Magistra (Juan XXIII), Populorum Progressio y Octagesima Adveniens (Pablo VI), así como Laborem Exersens, Sollicitudo Rei Sociallis y Centesimus annus (Juan Pablo II).

 

Cada una de ellas responde a necesidades particulares para los cristianos ubicados en diferentes épocas, sin embargo el trasfondo es el mismo: la Iglesia responde a la cuestión sobre la forma en la que los católicos, desde el lugar que les corresponde, deben contribuir al desarrollo social, al progreso comunitario, al bien común.

 

El Papa actual, Benedicto XVI, retoma todo este legado y lo entiende según los tiempos que hoy vivimos. La Doctrina Social de la Iglesia se caracteriza porque es  concreta y aplicable en la realidad que vivimos los seres humanos.

 

El progreso se ha ideologizado. Carlos Marx creía que el progreso se alcanzaba cuando se daba poder al proletariado y éste asumía el control de los medios de producción. Las ideologías totalitarias pensaban que el progreso consistía en que una élite asumiera el poder para instaurar un nuevo sistema, guiado por los que se pensaban mejores.

 

Las ideologías de hoy asumen el progreso de diferentes formas. Para unos, progreso significa otorgar supuestos nuevos derechos no reclamados previamente, como el aborto o el reconocimiento legal a las uniones entre personas del mismo sexo.

 

Hay causas que son defendidas por muchas personas, como las ya mencionadas, a las que se suma la defensa de los animales, el cuidado del medio ambiente, el propio cuidado del cuerpo y de la mente. Sin embargo, se puede afirmar que dicha defensa se queda vacía en tanto que la causa se ve como un fin en sí mismo y no como un medio para obtener mejores condiciones de vida.

 

Para la Iglesia Católica, el progreso trasciende estas fronteras. Benedicto XVI, recordando a Paulo VI, afirma que "el hombre no es capaz de gobernar por sí mismo su propio progreso, porque él solo no puede fundar un verdadero humanismo".

 

DAVOS: REPENSAR EL SISTEMA ECONÓMICO

 

La característica principal del Foro Económico Mundial de Davos, concluido el pasado 30 de enero, fue la reflexión en torno al diseño del sistema económico prevaleciente y sus efectos en los procesos financieros y económicos a nivel mundial.

 

En las conclusiones, esta edición de Davos fue calificada por el propio fundador del evento, Klaus Schwab, como la más oscura desde el punto de vista económico, ello debido a la crisis que todavía aqueja a muchos países del orbe.

 

Ahí se previó que las tasas de desempleo continuarán al alza y se advirtió de los riesgos que esta crisis económica puede causar, entre los que se encuentran reacciones sociales violentas y el regreso del proteccionismo financiero que ejercieron diversas naciones durante muchos años, así como del nacionalismo exacerbado.

 

Los líderes políticos, económicos, intelectuales y académicos ahí reunidos coincidieron en que el modelo económico actual está en una crisis profunda de la que es necesario sobreponerse. Incluso, existe un interés profundo en la reunión del G-20 que se realizará en Londres a principios de abril.

 

¿Por qué el interés en esa reunión? Simple. Ahí se definirán los ejes de lo que será el nuevo sistema financiero global.

 

Sin embargo, la reflexión de Davos debe mantenerse como una lección profunda para la conformación de dicho sistema. La conclusión de que la crisis económica mundial se debe a la crisis de valores se ha difundido y asumido cada vez más. Y este punto ya había sido abordado por el Papa Benedicto XVI, varios meses antes de que se tratara en Davos.

 

NUEVO SISTEMA ECONÓMICO: EL PAPA TIENE ALGO QUÉ DECIR

 

En realidad, la conformación de un nuevo sistema económico significa la transformación de los paradigmas sociales y políticos actuales.

 

Los últimos siglos, a partir del XVII, muchos sistemas políticos de Occidente –unos más que otros– han procurado relegar la vida de fe al ámbito privado, como si ésta fuera un factor nocivo para el progreso de los pueblos.

 

Ante ello, Benedicto XVI hace un llamado contundente a dar un giro al nuevo sistema económico, al nuevo contrato social, a la nueva realidad mundial que ya está aquí.

 

El Papa pide reconocer a la persona en su realidad corporal y espiritual, dado que en función de ello es posible diseñar sistemas, procesos, servicios e interacciones que estén al servicio de la misma.

 

Benedicto XVI conoce bien la lógica económica y del sistema financiero: "La actividad económica no puede resolver todos los problemas sociales ampliando sin más la lógica mercantil. Debe estar ordenada a la consecución del bien común, que es responsabilidad sobre todo de la comunidad política".

 

"Por tanto, se debe tener presente que separar la gestión económica, a la que correspondería únicamente producir riqueza, de la acción política, que tendría el papel de conseguir la justicia mediante la redistribución, es causa de graves desequilibrios", afirma el Papa.

 

El punto 38 de su encíclica social, Caritas in Veritate, el pontífice afirma: "En la época de la globalización, la actividad económica no puede prescindir de la gratuidad, que fomenta y extiende la solidaridad y la responsabilidad por la justicia y el bien común en sus diversas instancias y agentes".

 

 "Se trata, en definitiva, de una forma concreta y profunda de democracia económica. La solidaridad es en primer lugar que todos se sientan responsables de todos; por tanto no se la puede dejar solamente en manos del Estado.

 

"[...] Se requiere, por tanto, un mercado en el cual puedan operar libremente, con igualdad de oportunidades, empresas que persiguen fines institucionales diversos. Junto a la empresa privada, orientada al beneficio, y los diferentes tipos de empresa pública, deben poderse establecer y desenvolver aquellas organizaciones productivas que persiguen fines mutualistas y sociales".

 

"De su recíproca interacción en el mercado se puede esperar una especie de combinación entre los comportamientos de empresa y, con ella, una atención más sensible a una civilización de la economía. En este caso, caridad en la verdad significa la necesidad de dar forma y organización a las iniciativas económicas que, sin renunciar al beneficio, quieren ir más allá de la lógica del intercambio de cosas equivalentes y del lucro como fin en sí mismo".

 

Concluye su documento: "Sólo si pensamos que se nos ha llamado individualmente y como comunidad a formar parte de la familia de Dios como hijos suyos, seremos capaces de forjar un pensamiento nuevo y sacar nuevas energías al servicio de un humanismo íntegro y verdadero (...) El humanismo que excluye a Dios es un humanismo inhumano".

 

Para alcanzar bienestar, progreso, para la construcción del bien común, los hombres de poder deben tener muy en cuenta que en el centro del diseño del sistema económico mundial y sus efectos está la humanidad: personas concretas que viven instaladas en dicho sistema, en el que viven e interactúan y sobre las cuales aquél tiene implicaciones.

 

Ya veremos si en Londres el G-20 asume en su agenda las conclusiones de Davos que, aunque en sí mismas no son alentadoras, sí representan una oportunidad para que el nuevo sistema económico mundial deje de lado el interés de las utilidades para que sea puesto al servicio de las personas y naciones del orbe.

 

  

«El respeto a la ley enaltece nuestro espíritu»

martes, 16 de febrero de 2010

Comentando al Gobernador

Hola mi querida Rocío:
 
Ayer en la tarde, video-escuchando el programa noticioso de Pepe Cárdenas, que lo trasmitió desde Cuernavaca, vi la entrevista que le hizo a Marco Antonio Adame.  La escuché con detenimiento, sobre todo por la crítica situación que está padeciendo el PAN por motivo de la renuncia al partido de Fernándo Gómez Mont.
 
Realmente la argumentación que hizo de ese y otros temas de vital importancia en la actualidad fue, en mi muy particular criterio obviamente, fue muy buena.  Lo cual afirma en mi el concepto que siempre he tenido de él.  Considero que Morelos tiene un buen gobernador.
 
Saludos cariñosos para todos.  Dios te bendiga.  ¡ABUR!

«LA ORACIÓN DEL QUE SE HUMILLA PENETRARÁ HASTA LAS NUBES»
 
Enrique Galván-Duque Tamborrel
Antonio de León N° 18, Col. Moderna.
70110, Ciudad Ixtepec, Oax.



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sábado, 13 de febrero de 2010

Se los dije: Beltrones va

 

Por: Manuel Espino Barrientos

Febrero / 2010

 

 "Cada vez que un hombre mira con codicia un cargo, una podredumbre inicia en su conducta", Thomas Jefferson.

 

La candidatura presidencial de Manlio Fabio Beltrones ya es una realidad. Este jueves 28 de enero, ante la pregunta de si buscará ser candidato presidencial, el sonorense respondió a Carmen Aristegui: "Decir que no me gustaría sería falso y no quiero caer en una actitud hipócrita al respecto".

 

Añadió que contendrá por la candidatura si las condiciones de la política nacional y dentro del Partido Revolucionario Institucional así se lo permiten. "Esperaré hasta 2011 y tomaré mi decisión", añadió Beltrones, lo cual podría interpretarse como cautela sólo si viniera de otra persona; tratándose de Manlio Fabio lo más probable es que sea uno más de sus embelecos de prestidigitador político.

 

Lo único que me sorprendió del autodestape del senador es que la prensa lo difundiera como una noticia. Desde hace años que esta candidatura se ha venido consolidando de manera soterrada, casi clandestina, muy al estilo de Beltrones.

 

Aprovechándose de la poca prudencia del gobierno federal —que tantos privilegios le ha concedido, fortaleciendo a su más peligroso contrincante— y de la corta visión de muchos analistas y políticos, el más destacado aprendiz de Gutiérrez Barrios ha tejido redes de apoyo político no sólo en las estructuras de su partido, sino dentro de la propia arquitectura del Estado.

 

Desde hace años he sabido de este furtivo proyecto y que su éxito sería letal para nuestra democracia. Si Manlio Fabio Beltrones llega a reinar desde la silla presidencial, el más oscuro autoritarismo, el espionaje, la represión y la visión policiaca de la política se apoderarán de nuestra vida pública.

 

Crónica de una candidatura anunciada

 

Los peores males de la política vienen de la mano de la precipitación, del apresuramiento, de lo que coloquialmente llamamos "prontismo". Fijar una posición apresuradamente y sin dejar tiempo para prever los acontecimientos, leerlos e interpretarlos, puede tener consecuencias fatales. Para comprobarlo, basta con preguntar a todos quienes ignoraron durante años las intenciones presidenciales de Beltrones y hoy no les basta el día para arrepentirse de haberlo encumbrado.

 

Por ello, en 2008 publiqué mi primer libro "Señal de Alerta, advertencia de una regresión política". Cumpliendo con un deber cívico y asumiendo los riesgos que conlleva señalar a un hombre como Manlio Fabio Beltrones, escribí que "se le ha permitido acumular un enorme poder que utiliza para codirigir la política nacional y fortalecer sus posibilidades de llegar a Los Pinos como titular del Ejecutivo Federal en 2012, o de colocar ahí a quien sirva a sus intereses".

 

También afirmé que "en la expectativa de que apoye al gobierno, se le han concedido atribuciones que otros no tienen y que se antojan desproporcionadas al fin pretendido, como darle el carácter de gestor de recursos y puestos a cargo del Ejecutivo Federal y permitirle disponer de ellos para favorecer a gobiernos municipales y estatales a conveniencia de su proyecto".

 

Indiqué de manera explícita que se incurre en "una equivocación del Ejecutivo al encumbrar a ciertos personajes que han dañado al país en el pasado aún reciente y otorgarles un poder que puede ser usado en su contra, o de Acción Nacional… El Presidente sabe de las ambiciones de Manlio, a quien conoce como enemigo del PAN; así consta en estas páginas, cuyo contenido es mi argumento para prevenir una regresión, no al viejo sistema político que ya se fue, sino al método unipersonal de gobierno absolutista y omnímodo a partir de un personaje que no conoce otra forma de ejercer el poder que no sea desde sí mismo y no de las instituciones. Ya lo está demostrando desde ahora, sin siquiera tener el poder formal".

 

Así que no nos engañemos: si hoy Manlio se permite anunciar sus intenciones presidenciales es porque ha consolidado una base de poder que le permite hacerlo; y ese poder no lo ha construido él, se lo han brindado de manera imprudente a cambio de apoyos a reformas legislativas que nunca llegó a concretar.

 

En cada una de las más de 30 presentaciones de "Señal de Alerta" tuve que

soportar que alguien descalificara, a veces hasta de manera condescendiente, la tesis de que Beltrones buscaría ser candidato a la presidencia.

 

Me argumentaron que su imagen es demasiado tenebrosa, su desprestigio demasiado pesado, sus antecedentes demasiado escabrosos. Se dijo que su inteligencia —lo único brillante en su oscura personalidad— le impediría considerar ese objetivo porque sabía que le era imposible alcanzarlo. Y, a pesar de todo, Beltrones va y va con fuerza.

 

Manlio había estado engañando a la clase política y al pueblo de México y jugando con Enrique Peña Nieto, disfrazando sus intenciones. Pero el tiempo de fingir ha pasado. Hoy sabemos que buscará ser Presidente y que incluso si permite a Peña Nieto llegar a "la grande", será sólo para que presida el país bajo su pesada sombra.

 

Cerrar el paso al autoritarismo

 

En la portada de mi libro aparece una fotografía en la que Felipe Calderón, con la banda presidencial al pecho, toma la mano de Manlio Fabio Beltrones tras tomar posesión. Elegí esa imagen para advertir que lo peor que le podría pasar a México sería verla hecha espejo en diciembre de 2012.

 

Imaginar las Fuerzas Armadas, las policías, el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), la Hacienda Pública y la conducción política del país en las manos de Manlio Fabio Beltrones dibuja el escenario de una catástrofe.

 

La advertencia está hecha, una vez más, y espero que esta vez sea escuchada. Todo ciudadano honesto tiene el deber irrenunciable de oponerse a Manlio Fabio Beltrones. Si detentando el poder informal ha causado tanto daño, con el poder formal en sus manos Beltrones firmaría el certificado de defunción de la democracia mexicana.

 

 

 «El hombre sin honra peor es que un muerto»

domingo, 7 de febrero de 2010

Dios bendiga a Norteamérica… ¿y a México?

 Por: Cirze Tinajero

Febrero / 2010

 

Este año nuestra Constitución cumple 93 años desde que se promulgó en el estado de Querétaro y para muchos es un orgullo que a pesar de tantos años siga vigente. Sin embargo, durante todo este tiempo ha sido reformada centenares de veces, tanto así que en vez de ser una normativa parece ya un experimento legislativo con tendencia "frankensteiniana".

 

Uno podría decir que todos estas reformas han sido necesarias, que la sociedad mexicana ha cambiado y que por ende también tenían que hacerlo sus leyes, pero la realidad es que la Constitución de 1917 desde sus inicios cometió el gravísimo error de ir en contra de su propio pueblo. Digamos que Carranza no entendió del todo la famosa obra de Montesquieu "El Espíritu de las Leyes" en donde el autor nos dice que la separación de poderes es necesaria, pero que al momento de legislar hay que hacerlo comprendiendo la naturaleza y características de a quiénes se gobierna.

 

Para demostrar dicho argumento tenemos un ejemplo perfecto: la separación Iglesia- Estado. Si analizamos la Constitución de 1917 en su texto original, nos damos cuenta que estaba en contra de cualquier dogma religioso, especialmente atacaba a la Iglesia Católica, ya que no reconocía legalmente a las iglesias; de ahí que se desprendieran serias implicaciones, como que no pudieran ser propietarias de ningún bien raíz, participar en aspectos sobre educación ni ayudar a instituciones de beneficencia.

 

Incluso, en ese entonces, se prohibió a los ministros religiosos el derecho a votar en las elecciones. Posiblemente estos dictámenes se excusaban e incluso se basaban en que era necesario quitarle poder a la Iglesia para que no interviniera en la formación del México postrevolucionario.

 

Sin embargo, no se puede obligar a un pueblo a que deje a su Dios (cualquiera que éste sea) de lado por un tiempo mientras el país se fortalece políticamente; en especial, cuando la formación religiosa ha sido primordial para construir la identidad de dicha nación.

 

Ahora bien, podríamos decir que las malas regulaciones en contra de la Iglesia quedaron en el siglo pasado y que gracias a los cambios realizados en temas religiosos hemos madurado en dicha materia, pero tristemente la realidad no es así. Si nos ponemos a analizar la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público nos encontramos con lo siguiente:

 

"(…) El Estado no podrá establecer ningún tipo de preferencia o privilegio en favor de religión alguna. Tampoco a favor o en contra de ninguna iglesia ni agrupación religiosa (…). Las asociaciones religiosas deberán: (…) respetar en todo momento los cultos y doctrinas ajenos a su religión, así como fomentar el diálogo, la tolerancia y la convivencia entre las distintas religiones y credos con presencia en el país".

 

Suena perfecto, incluso la legislación parece invitar a una sana convivencia, pero en la práctica esto no se lleva a cabo, pues en el momento en que cualquier asociación toma una postura o da su opinión, las autoridades la atacan diciendo que su posición es inválida, que no debe de entrometerse; es decir, el Estado pide diálogo y tolerancia, cuando éste no es capaz de darlo.


De esta manera podríamos analizar otros artículos de dicha ley, pero lo que sigue siendo destacable es que el Estado mexicano se niega a darle un lugar a la religión, sin darse cuenta que es necesaria y que al hacerlo no ocurrirá una gran catástrofe política.

 

Incluso Estados Unidos, sí ese país que tantos admiran por su democracia y que muchos aspiran a alcanzar una vida política similar, les da su lugar a las creencias religiosas y sin miedo a que lo acusen de "mocho".

 

Por ejemplo, en la toma de protesta de Barack Obama, el hoy presidente estadounidense colocó su mano sobre la Biblia usada por el presidente Abraham Lincoln en 1861, manifestando: "Protegeré y defenderé la Constitución de EU y que Dios me ayude", muestra de que la ley de Dios es la que protegerá a la del hombre.

 

Es decir, Estados Unidos entiende que la religión es esencial para apoyar las instituciones democráticas que aprecian. Mientras que en nuestro país buscamos eliminar la figura de Dios en nuestra vida pública, pero dejamos que cualquiera sea defensor de la democracia y tome la Cámara de Diputados o cualquier calle por importante que sea, caso Paseo de la Reforma.

 

Estimado lector, es momento de entender cuáles son nuestras raíces, fomentar tolerancia tanto entre las religiones como para ellas y pedir que nos gobiernen entendiendo quiénes somos.

 

 

 

«La vanidad es la gloria de los pobres de espíritu»