Poe: José Woldenberg
Enero/ 2010
En este mundo traidor, nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con que se mira –parafraseando a Campoamor.
A) Si usted cree que en algunos estados de la República la construcción de un sistema democrático se encuentra rezagada en relación con lo que ha ocurrido a nivel federal, una alianza electoral entre el PAN y el PRD le parecerá necesaria para romper la hegemonía priista.
B) Si, por el contrario, usted cree que los idearios de ambos partidos son incompatibles y enfrentados en más de un terreno, la misma coalición le parecerá contra natura.
A) Si usted está convencido de que para abrirle paso a la auténtica contienda pluralista es imprescindible desmontar la fusión que en algunos estados existe entre partido y aparato gubernamental, la suma de fuerzas entre el PAN y el PRD le puede parecer promisoria.
B) Si usted recuerda que el PRD considera que el gobierno federal encabezado por el PAN es ilegítimo y que el blanquiazul dijo que el candidato del PRD a la Presidencia era un peligro para México, la conjunción de esas fuerzas le resultará espeluznante.
A) Si usted teme que la jornada electoral de julio próximo desemboque en un triunfo aplastante del PRI, y no le gusta ese partido y cree que lo que suceda sentará las bases para la elección de 2012, intentará por todos los medios adicionar votos para cerrarle el paso.
B) Si usted cree que las coaliciones entre partidos con plataformas diferentes diluyen los perfiles de los coaligados, rechazará la unión entre las expresiones más decantadas de la izquierda y la derecha.
A) Si usted piensa que en algunos estados prevalece un sistema vertical y excluyente que es necesario desmantelar para permitir la construcción de un genuino sistema de partidos, la alianza entre el blanquiazul y el partido del sol azteca puede parecerle una buena palanca.
B) Si usted está convencido de que en el 2006 esos partidos llevaron al país a una polarización extrema y pusieron en jaque la estabilidad de México, le resultará incomprensible que ahora busquen los votos de manera conjunta.
A) Si usted pone sobre la mesa el argumento de que en el pasado coaliciones similares fueron exitosas en algunos estados, quiere decir que desde una perspectiva pragmática no le resultan inconvenientes esas alianzas.
B) Si usted reitera que en el pasado esas coaliciones fracasaron en muchos casos y en otros, aún ganadoras, los gobernadores actuaron al margen de los partidos, quiere decir que desde su mirador pragmático tampoco le convencen ese tipo de asociaciones.
A) Si usted cree que las convergencias entre izquierda y derecha fueron en el pasado una poderosa herramienta para democratizar al país, verá con absoluta naturalidad que hoy se repita esa unión ahí donde perviven fórmulas de gobierno autoritarias.
B) Si usted cree que la jugada le puede salir muy cara al gobierno del PAN, pues su interlocutor principal en el Congreso (el PRI) puede no sólo sentirse agraviado, sino congelar buena parte de los proyectos que se encuentran en el Congreso, por supuesto que tendrá muchas reservas para seguir adelante con las anunciadas coaliciones.
A) Si usted es militante del PAN o del PRD y piensa que la reacción del PRI se explica porque le están pisando donde más le duele, entonces esa respuesta se convertirá en un acicate para seguir por el rumbo trazado.
B) Si usted es militante del PAN o del PRD y piensa que el PRI es menos malo (que el PAN o el PRD, según sea el caso), no comprenderá el afán unitario de sus respectivas direcciones.
A) Si usted reconoce que entre el PRD y el PAN existen diferencias abismales pero que es prioritario consumar la alternancia en el Ejecutivo en algunos estados de la República, entonces estará dispuesto a posponer las diferencias y sumar fuerzas para alcanzar el objetivo fundamental.
B) Si usted pone sobre la mesa las diferencias entre el PRD y el PAN en materias tan sensibles como la despenalización del aborto, los matrimonios homosexuales, la píldora del día siguiente, la adopción de niños por parte de parejas gay, la unión entre ambos le parecerá increíble e indeseable.
Pues bien, la lógica en el primer caso (A) estaría ordenando la confrontación política en términos de democracia contra autoritarismo.
En el segundo caso (B) se estaría dando sentido a la disputa en términos de izquierda contra derecha.
En el primer caso, los pragmáticos piensan que se trata de una suma e incluso de una multiplicación. En el segundo caso, los pragmáticos creen que se trata de una resta.
Tienen razón los constructivistas: eso que llamamos realidad siempre se construye a través de los filtros con los que la pensamos. Y en este caso es muy probable que las dos lógicas logren convencer o embonar con grupos más o menos grandes de ciudadanos.
«La vanidad es la gloria de los pobres de espíritu»
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