Por: Antero Duks
Hablar del binomio 'mujer y trabajo', sus repercusiones y posibilidades, implica abordar conceptos como la combinación entre la vida personal y la profesional.
La introducción de la mujer en el mundo laboral es reciente. Después de la segunda guerra mundial, la mujer ha logrado, paulatinamente abarcar terrenos cada vez más amplios y exigiendo un espacio, su propio espacio, dentro del terreno laboral, situación que le había sido negada durante mucho tiempo.
Por suerte, la sociedad actual está confiando (descubriendo) mucho más en las capacidades de la fuerza laboral femenina. Sin embargo, ésta se ve afectada y se enfrenta al reto de luchar paralelamente por su trabajo y su rol como madre y ama de casa.
Dentro de este panorama, las empresas de trabajo temporal constituyen hoy en día, una de las vías más recurrentes para llevar a cabo la 'externalización' del trabajo en la mujer, como proceso que caracteriza en la actualidad a las nuevas formas de organización empresarial.
Si bien, en sus inicios, las empresas de trabajo temporal eran utilizadas por los empresarios como vía para conseguir el abaratamiento de los costes de personal, mediante la 'precarización' de las condiciones de trabajo, es necesario pensar que en ese entonces faltaba regulación dentro de este fenómeno.
Las empresas de trabajo temporal se transforman entonces en un cauce que permite mejorar la operatividad y flexibilidad del mercado de trabajo y facilita el empleo de determinados grupos de trabajadores.
Se considera que pueden canalizar un volumen muy importante de empleo cuya especialización e inmediatez en la respuesta, sobre todo en el sector servicios, no puede ofrecerse a través de los mecanismos tradicionales, hablamos de tiempo y otras facilidades para quienes deseen emprender esta vía.
El conjunto de directivas y propuestas nacionales y europeas destinadas a regular el sector van orientadas a 'mejorar la calidad del trabajo temporal garantizando el respeto del principio de no discriminación en relación con los trabajadores cedidos y establecer un marco apropiado de utilización de la cesión temporal de trabajadores para contribuir al buen funcionamiento del mercado de trabajo y al empleo'.
Desde ese punto de vista, ya no resulta una locura que una mujer decida aportar a través de este tipo de trabajos a su hogar. Actualmente es caso necesaria toda la ayuda posible para lograr mantener los índices de calidad de vida, anterior a la crisis.
La familia
Por otra parte, hablar del binomio 'mujer y trabajo temporal', sus repercusiones y posibilidades, implica también abordar dos conceptos como son la combinación entre la vida personal y la profesional.
Una de las circunstancias más comunes que suele acontecer en las profesionales, es decidir, normalmente en el mejor momento de su trayectoria laboral, tener una familia, lo cual es francamente loable.
En este sentido, habrá profesionales cuyo cambio de prioridades repercuta inevitablemente en su futuro laboral inmediato, ya que las propias trabajadoras pueden decidir dedicarse a su familia durante un tiempo superior a la baja por maternidad estipulada por ley, bien porque ellas mismas elijan cuidar de su hijo (de hecho, resulta muy frecuente escuchar en esos casos la frase siguiente: 'el crecimiento de mi hijo no me lo quiero perder'), o bien porque alguna mujer determinada tenga un hijo con problemas de salud y necesite cuidados especiales.
En otros casos, por circunstancias profesionales de la pareja, es posible que si él está destinado a alguna otra ciudad o país, la mujer decida finalmente interrumpir su trayectoria, priorizando su vida personal para acompañarle.
De esta manera, la profesional acaba sacrificando su trayectoria laboral, sabiendo que, la temporalidad laboral le ofrece una vía para reincorporarse al mercado de trabajo.
Por otro lado, muchas profesionales, en su ánimo de compaginar la vida personal con la laboral, no buscan estrictamente el trabajo temporal para volver a conseguir la misma categoría, sino precisamente para utilizar la temporalidad en su sentido estricto, es decir, precisamente para obtener la flexibilidad que supone esta vía de contratación.
Así, las mujeres pueden elegir el tiempo que quieren estar activas durante el año e ir adaptando su agenda sobre la marcha, a la vez que se dedican a otras prioridades de manera voluntaria.
«La vanidad es la gloria de los pobres de espíritu»
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