Por Federico Müggenburg
Agosto de 2011
La figura "modélica" que se esta construyendo en torno al ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula Da Silva, como un ejemplo a seguirse en toda América Latina, incluido por supuesto México, se va a tropezar con el cierre del juicio que pidió el 8 de julio pasado, el fiscal general de Brasil, Roberto Gurgel, al Tribunal Supremo, sobre el escandaloso caso de 40 acusados por corrupción en 2005 y que casi le costó el cargo al presidente Lula.
El sólo recuerdo de las humillaciones y caída del presidente Fernando Collor de Mello, en 1992, -acusado de corrupción por su propio hermano-, "forzaron un acuerdo" inicuo para "salvar" de este proceso a Lula da Silva y a su hijo, ya que estaba en riesgo el "gran proyecto" de su reelección y la continuidad del PT en el poder.
Las penas solicitadas en conjunto para todos los acusados, alcanzan la escandalosa cifra de cinco mil años de cárcel. Entre los ministros, legisladores, directivos del Partido de los Trabajadores y empresarios, acusados por la Fiscalía ante el Tribunal, sólo uno, el ex ministro de Comunicación Social, Luiz Gusihiken, quedó fuera de la lista, "por falta de pruebas".
El documento de 300 páginas, que lleva tres años en manos del Tribunal Supremo Federal, señala que "Está convencido que las pruebas producidas durante la instrucción, junto con los elementos de la investigación, comprueban la existencia del esquema de cooptación de apoyo político descrito en la denuncia". Añadiendo además, que se trató de "La agresión más grave que pueda concebirse, realizada en contra de los valores democráticos".
Este gran escándalo es conocido en Brasil, como "mensalao", debido a que el soborno a los diputados se hacia mensualmente. Hasta esa fecha el PT se presentaba ante sus simpatizantes y votantes como el "partido de la ética", pero terminó envuelto en el mayor escándalo de corrupción de la historia de la democracia en Brasil.
El primero que cayó al estallar el escándalo fue el famoso José Dirceu, Jefe de la Casa Civil del Gobierno de Brasil, -equivalente a Jefe del Gabinete- conocido como el "hombre con dos caras", debido a que se hizo dos cirugías plásticas en Cuba.
Una al salir huyendo a fines de los 70 por el establecimiento de la dictadura militar, volviendo al país con identidad de "burgués anónimo" y la segunda, al establecerse la "amnistía" en 1979, -volvió a la cirugía cubana- y regresó, esta vez, como José Dirceu para participar en la fundación del Partido de los Trabajadores junto a líderes sindicales y militantes de las "comunidades de base de la teología de la liberación".
La denuncia se originó el seis de junio de 2005, cuando el diputado Roberto Jefferson, explicó cómo es que se producían los "maravillosos consensos" en las votaciones de la Cámara de Diputados, con el objeto de "adecuar" el marco jurídico a las promesas de campaña, ya fuera con "las bases de apoyo social" o con "la alta finanza internacional". Simple y sencillamente se compraban los votos. Fue tal el escándalo que hasta el famosísimo Frei Betto O.P., que dirigía desde el Palacio de Gobierno en Brasilia, el plan "hambre cero", presentó su renuncia desde diciembre de 2004, al conocer de primera mano, que se venía la denuncia sobre la forma de obtener mayorías en la legislatura. Su "consuelo" lo obtuvo adhiriéndose los primeros días de mayo de 2005, "al proyecto de Hugo Chávez que ha inventado el nuevo socialismo del siglo XXI".
El diputado Jefferson, fue muy claridoso cuando señaló que en la denuncia "se han incluido a los 40 ladrones, pero falta Ali Babá", en clara referencia al presidente Lula, quien realizó varias maniobras espectaculares para mantenerse en el poder, "salvando su gobierno y su proyecto":
1.-Pactó su exclusión y la de su hijo de los señalamientos y las denuncias haciendo una "coalición" con el principal partido opositor PMDB, lidereado por el expresidente Fernando Enrique Cardoso, y 2.- Lanzó en todo el país múltiples manifestaciones populares, para defenderse de la "campaña golpista" en su contra. Obviamente su discurso radical se fue atenuando. Varios ministros del gabinete cayeron y los tres principales líderes del PT también. Sus nombres "brillarán" junto con diputados, hasta llegar casi a 40 personajes, quienes serán sentenciados por el Supremo Tribunal.
De todo esto surgen al menos dos preguntas, ¿Cómo es que los grandes "éxitos" de Lula basados en la corrupción, se convierten en "modelo" de candidatos o gobiernos en otros países de América Latina? ¿Cómo es que se pagan honorarios de 120 mil dólares a Lula, para que lea discursos al gusto de los auditorios que llenos de fervor por sus "éxitos", lo aclaman?
Mal andan las cosas para estos extremos de cinismo, que aparentan consolarse de los hace años llamados: "socialismo descafeinado" de Felipe González, "socialismo alternativo" de Frei Betto O.P., o "socialismo libertario" de José Luis Rodríguez Zapatero, hoy rotundamente fracasado. Todo esto, frente al temor "expropiatorio y violento modelo radical" de Hugo Chávez, el llamado "nuevo socialismo del siglo XXI", también rotundamente fracasado.
Pronto, pero muy pronto se han olvidado los admiradores actuales de Lula, de los modelos, estos si "éticos y simultáneamente exitosos", basados en principios honesto y correctos, con acciones derivadas, honestas y correctas, que rescataron a la Europa destruida por al Segunda Guerra Mundial, por medio de una reconciliación y reconstrucción lidereada por Adenauer, De Gasperi y Schuman. ¡Esto debe ser repetido en forma incansable! para despejar las obnubilaciones que se están presentando a tono con el relativismo imperante.
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