viernes, 23 de diciembre de 2011

Razón de Estado, corrupción y desencanto


Autor: Enrique Cases

Fuente: ForumLibertas



"Vivimos una ficción y esa ficción se ha tornado inhabitable" escribió Havel en el derrumbe comunista del 89, pero el muro de Berlín cayó hacia los dos lados. Hacia el Este, el vacío del sistema totalitario; al Oeste, la oquedad cultural del Estado del bienestar cuya insolidaridad provoca, paradójicamente, un creciente malestar. Manifestaciones de la insolidaridad del Oeste se han advertido en la poca ayuda con los nacientes países que surgen del comunismo o en la pasividad ante el genocidio balcánico.


La 'razón de Estado' intenta justificar lo injustificable, y da lugar a lo que Tocqueville llamó "despotismo blando". Mantendrá formas democráticas con elecciones periódicas, pero en realidad todo se regirá por un inmenso "poder tutelar" sobre el que la gente de la calle no tendrá apenas control. Taylor argumenta que cuando se disminuye la participación de los ciudadanos y a las asociaciones sociales se las desmotiva y se cierra el circulo vicioso del despotismo blando, el atomismo del individuo absorto en sí mismo da ese fruto. El problema no está en la contraposición de lo individual y lo colectivo, ni entre lo privado y lo público (los ejes de la primera modernidad), sino en la quiebra entre el aparato burocrático y la vida real de los ciudadanos y las sociedades que ellos configuran.


La separación entre moral personal y ética pública parte de separar al conjunto de personas de las decisiones éticas. Al desarraigar la ética de las prácticas vitales la moral se convierte en un conjunto de normas abstractas. El humanismo cívico presupone que los hombres y mujeres son capaces de conocer lo que es bueno y lo mejor para una sociedad. Esto lleva a un pluralismo político no relativista. La discusión de cualquier tema o ley debe ser racional y llevar al convencimiento de que esa ley discutida es justa en sí misma, y eso es muy importante en las convicciones de la sociedad en cuanto a las verdades prácticas.


La postura agnóstica que priva a los participantes de opción en el debate "por el bien de la paz" arrebata la posibilidad de un consenso nacional. Al partir del convencimiento de que el pluralismo genera antagonismo reduce las normas a un procedimiento que se basa en la autoridad y no en la verdad. Se partía de la libertad y poco a poco se da un deslizamiento a situaciones cada vez más estáticas y menos respetuosas con el valor de las personas.


De este modo el 'bien común' se reduce porque se desconfía en los ciudadanos y se alude a las guerras de religión, los magnicidios, las revoluciones, los nacionalismos, los fundamentalismos… como prueba de la poca fiabilidad de los ciudadanos privados, y se recurre a los expertos que son los únicos detentadores de la verdad pública. Así se va perdiendo el aliento vital y se esfuma incluso la distinción entre lo humano y lo no humano, se pierde la espontaneidad buscando el control y se va al fracaso social.


La noción de 'bien común' se trastoca en el 'interés general', es decir de la ética se pasa a la técnica realizada por ocultos expertos. De este modo la separación entre los ciudadanos y los políticos crece y unos pocos funcionarios acumulan poder no compensado como era el origen de la democracia, como en una enfermedad senil. La desconfianza –el mayor enemigo de la ética- se extiende por doquier. Los ciudadanos de las democracias consolidadas experimentan un desencanto por desintegración de la textura social. La democracia socava sus propios cimientos al intentar borrar la argumentación moral y religiosa para un consenso de hecho que empobrece el propio discurso político y erosiona los recursos éticos y cívicos necesarios para una participación efectiva en el autogobierno democrático.


*Te invitamos a visitar nuestra Comunidad de Abogados Católicos.


*¿Tienes alguna duda? ¿una inquietud? Pregúntale a uno de nuestros expertos en línea



 

 

Maternidad subrogada y el aprendiz de brujo

 

Por Jorge Adame Goddard

Octubre de 2011

http://www.yoinfluyo.com/images/stories/especiales/oct11/261011/esp261011.jpg
http://www.yoinfluyo.com/images/stories/especiales/oct11/261011/esp261011_2.jpg
http://www.yoinfluyo.com/images/stories/especiales/oct11/261011/esp261011_3.jpg

La aprobación en comisiones de un proyecto de ley en el Distrito Federal que pretende reglamentar la "maternidad subrogada", pone a la discusión pública el tema de la "fecundación asistida" o "procreación artificial", ya que tal subrogación de la maternidad se da sólo cuando se ha procreado un embrión humano fuera del cuerpo materno.

 

El contrato de maternidad subrogada que se pretende legalizar en el DF, es un contrato por el cual una mujer se compromete a recibir en su vientre un embrión humano, procreado artificialmente a partir de células germinales (óvulos y espermatozoides) de otras personas, a quienes se llama "padres biológicos".

 

La madre sustituta se obliga a cuidar el embrión, como si fuera un hijo propio, llevar a término el embarazo (en el texto original en el recién corregido por Marcelo Ebrard ¡sí podría abortar!), darlo a luz y entregarlo a los padres biológicos. Éstos se obligan a pagar los gastos médicos que cause el cuidado del niño y el parto. Se supone que la madre sustituta no cobra por sus servicios, de modo que no hay en el contrato un precio que ella pueda exigir judicialmente, pero nada impide que los padres biológicos le den voluntariamente una compensación económica.

 

El punto de partida para hacer tal contrato es la procreación artificial de un embrión humano. Este es el problema central a considerar: ¿es lícito procrear seres humanos fuera del cuerpo materno mediante intervenciones técnicas? Esta cuestión puede parecer insulsa a quienes están dominados por una mentalidad tecnocrática, que juzga que lo que es técnicamente posible es lícito, que es incluso una conquista de la libertad.

 

Para ellos no vale el aforismo que dice que "muchas cosas son posibles, pero no todas son lícitas". No hay para esa mentalidad ningún problema ético, sino que todo es cuestión de poder o no poder. La única ley que rige es la del más fuerte, y si la ciencia ha hecho posible la fecundación artificial, no hay por qué poner obstáculos a esta práctica ni a sus desarrollos o consecuencias, como lo es la maternidad subrogada.

 

¿Por qué es necesario plantear un problema ético en relación con lo procreación artificial? Porque se trata de averiguar si esa práctica, independientemente de que sea legalizada o no, sirve al progreso de la humanidad, y concretamente al progreso de México, o, por el contrario, es causa de retroceso. La procreación artificial genera la impresión de que el embrión humano es un producto técnico, una cosa, de la cual se puede disponer como de cualquiera otra de las cosas que produce el ser humano.

 

De hecho, así se hace. Es sabido que para que los procesos de procreación artificial sean exitosos, el médico que hace la unión de los gametos procura la fecundación de varios óvulos, luego escoge el que le parece mejor y lo implanta en el útero de la mujer; los embriones no elegidos se destruyen o se congelan, como si fueran material desechable o reciclable. Así los trata la Ley general de salud, que dice en su artículo 318 que la "disposición del embrión" se deberá hacer según las prescripciones de esa ley y de otras que lleguen a promulgarse.

 

De hecho, en los hospitales de todos los países dónde se hace procreación artificial hay miles, y en total quizá millones, de embriones congelados, al grado de que ya se plantea el problema económico de a quién le corresponde pagar el gasto de la "crioconservación" o congelamiento del embrión, ¿al Estado, a los hospitales o a quienes pagaron por la fecundación artificial?

 

Nos estamos acostumbrando a ver el embrión humano, no como un ser humano igual a mí con la misma dignidad y derechos, sino como un producto, especial o refinado que incluso requiere un cierto tratamiento, y por eso los embriones no elegidos se congelan y no se tiran a la basura, pero en todo caso son un producto sometido al poder de quienes lo procrearon, del médico y de los padres biológicos que escogen cuál vive y reciben como hijo y cuáles se congelan o desechan. ¿No es esto "violencia familiar" de la peor especie, acaso no es discriminación separar al deseado de los congelables?

 

Ese es el gran problema ético que implica la procreación artificial. El hombre se vuelve, literalmente, lobo del hombre.  Si el embrión es una cosa, por supuesto que puede ser objeto de contrato: así como se paga por la inseminación artificial de los animales, se puede pagar por la de humanos; así como pueden implantarse embriones de un animal en otro, también se pueden implantar embriones humanos de padres biológicos en una madre sustituta, y así como se pueden producir en serie animales, se pueden producir seres humanos, ¿por qué no, si es técnicamente posible?

 

Una vez traspasado el límite que marca que el ser humano, todo ser humano incluido el embrión, es un bien superior a la ciencia y al poder tecnológico o político, se pueden producir consecuencias inesperadas. Quienes hacen o pagan la procreación artificial son como el aprendiz de brujo que, de momento, se siente satisfecho de su obra, pero ignora las consecuencias que tendrá a largo plazo. 

 

Si las intervenciones tecnológicas abusivas en la naturaleza física y biológica han producido los desastres ecológicos que hoy vemos, ¿cómo no van a tener consecuencias desastrosas las intervenciones tecnológicas que no respetan la dignidad de la naturaleza humana?

 

Para conocer más da clic a nuestra nota Ebrard propone vientres de alquiler para todos y podcast de "maternidad subrogada" a "gestación subrogada"

 

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Además de económica, la crisis es humana

 

Alonso Cerón

 

El colapso económico debido a la burbuja inmobiliaria aún no se ha superado. Muchos países, sobre todo los más avanzados padecen todavía los efectos de esta crisis global. Quizá sea momento de reorientar nuestras acciones, anteponiendo el bien común, sin olvidarnos de que el ser humano es integral, en cuerpo, pero sobretodo en espíritu.

 

Después de la quiebra y el colapso financiero del final del verano del año 2008, los efectos del mismo aún perduran. La crisis de deuda de los países como Estados Unidos y más de la mitad de las naciones de la Unión Europea, la devaluación de monedas como el peso mexicano, el colapso total de Islandia, el desempleo galopante en España, la ruina griega, la desaceleración en China y un largo etcétera es lo que ha acarreado la crisis económica global.

 

Todo inició con la excesiva desregulación financiera de la economía más poderosa, la estadounidense. Desde los años 80 los gobiernos de Reagan, Bush padre, Clinton, Bush hijo y Obama liberaron de manera indiscriminada los candados que protegían y regulaban los instrumentos financieros.

 

Con el abaratamiento de los créditos hipotecarios y la creación de los derivados, los bancos se excedieron en otorgar este tipo de préstamos; a su vez las aseguradoras respaldaron estos instrumentos y para cuando se tuvo que pagar, resultó que la mayoría de los que se les había otorgado un crédito inmobiliario no contaba con la solvencia necesaria para liquidarlo. Así los bancos no pudieron cobrar y las aseguradoras se quedaron sin liquidez, lo que terminó por reventar la burbuja.

 

Al caer el banco Lehman Brothers y la aseguradora AIG el pánico contagió a otros sectores de la economía, no solamente los que se relacionaban con el sector inmobiliario o asegurador. Gobiernos enteros que apostaron por la desregulación de sus sistemas bancarios y financieros de la noche a la mañana se declararon en bancarrota, uno de los casos más dramáticos fue Islandia, el primer lugar en Índice de Desarrollo Humano (IDH), ahora tendría que sortear los efectos de una crisis sin precedentes.

 

En otras regiones este colapso también lesionó gravemente a sus empresas y a su población. En Latinoamérica, México fue uno de los más afectados con una caída de su PIB de 7 por ciento en el año 2009. En la Unión Europea la rebaja de la calificación de deudas como la griega, española o italiana ha puesto en jaque el sistema monetario de la unión. Alemania y Francia han salido al rescate de estos gobiernos, pero sus vecinos se han manifestado en contra de estas acciones. Reino Unido por su parte destinó más del 6 por ciento de su PIB para rescatar a sus bancos, Irlanda destinaría más del 30 por ciento para recapitalizar los suyos.

 

No conformes con lo que ha sucedido en los mercados, con la tensión de las Bolsas de Valores y sobresaltos más habituales en materia económica, la escasez de alimentos, la sequía del 2009, la alarma por el virus H1N1 y desastres naturales como los de Japón o Haití han golpeado el ánimo de las sociedades y sus instituciones. El desempleo y el subempleo es la constante en el mundo. En el caso de España la tasa de desempleo supera el 20 por ciento y en Estados Unidos la confianza del consumidor decrece mes con mes al no vislumbrar indicios de recuperación.

 

Precisamente en el país más poderoso del mundo es donde los efectos de la crisis se notan más. Ni con el cambio de administración se ha logrado poner solución a este problema. El actual gobierno que encabeza Barack Obama no ha atacado de origen el problema. La administración se ha dedicado básicamente a destinar sumas millonarias para el rescate bancario, además de incrementar el techo de deuda en el gobierno. Recientemente se planea incentivar el empleo, pero para el ciudadano norteamericano común estas medidas le parecen insuficientes.

 

El panorama no resulta muy alentador en materia económica. Quizá sea el momento de cambiar la forma en que se realizan las cosas en materia financiera. Orientar nuestras acciones hacia una responsabilidad social, como se recomienda en la Encíclica "Caritas In Veritate" del Papa Benedicto XVI, tomando en cuenta que el ser humano es integral en materia, pero también en espíritu, y así con acciones equilibradas destinadas al bien común, se podrá superar este gran reto que la Humanidad tiene encima.

jueves, 15 de diciembre de 2011

** ¿QUIÉN ES QUEVIR ROQUEDAL GONZÁLEZ?

 

Por: Enrique Galván-Duque Tamborrel

Diciembre / 2008

 

Quevir es un amigo de mi juventud, fuimos compañeros de secundaria, nos llevábamos mucho, fuimos compañeros de juegos y travesuras, como decíamos entonces: "verdaderos cuatachos".

 

Entramos a la preparatoria y, por estar en bachilleratos diferentes, dejamos de frecuentarnos, aunque si nos veíamos con cierta regularidad.  Pasaron los años, los dos ingresamos a la UNAM, él fue para la Facultas de Filosofía y Letras y yo para la Escuela Nacional de Ingenieros, ambas de la UNAM.  Esta situación hizo, por razón natural, que nuestros encuentros fueran menos frecuentes, pero la amistad no disminuyo, yo siento que más bien maduró.

 

Terminamos la carrera más o menos a la par, yo me casé, entré a trabajar a la SRH y me fui al norte.  Dejamos de vernos por varios años, supe que se había dedicado al periodismo.  Así pasaron varios años, regresé a la ciudad de México, pero ya no sabía de él.  Un día casualmente nos encontramos en una reunión en el Colegio de Ingenieros Civiles.  Obviamente nos dio mucho gusto encontrarnos, él estaba ahí porque estaba escribiendo sobre los colegios de los profesionistas.  Platicamos en buen "ratote" largo y tendido, como resultado de ello retomamos la vieja amistad, y aunque cada quien en lo suyo, de ahí para adelante hemos mantenido una estrecha relación, a distancia pero siempre hemos mantenido una buena y sincera amistad.  Aunque por razones obvias nuestros encuentros físicos ya no se dan, sí, con el advenimiento del Internet, mantenemos un estrecho contacto.

 

El padre de Quevir fue un emigrado ruso, su nombre era Quevir Roquedal, nombre el cual heredó mi amigo.  A principios del siglo pasado llegó a los Estados Unidos, en donde estuvo realmente poco tiempo, y de ahí se trasladó a México, viviendo algún tiempo en el norte, en donde casó un mujer neolonesa de nombre Adelina González (madre de Quevir).  Un corto tiempo después se trasladaron a la ciudad de México, en donde echaron raíces y donde nació mi amigo Quevir en 1928.

 

Quevir tuvo una hermana llamada Rosalinda, pero desgraciadamente murió siendo niña de una fuerte tifoidea (en ese entonces la tifoidea era mortal, varios compañeros de primaria murieron a causa de esa que fue una terrible enfermedad).

 

Aunque vivimos distantes, nuestro contacto se ha mantenido con regularidad, y ahora, con estas herramientas que nos brinda la tecnología actual, como son el internet con todas sus modalidades, de hecho es muy frecuente.   Quizás por la edad en que nos conocimos,  los años en que nuestra amistad se ha conservado, a pesar de los periodos intermitentes en que nos perdimos de vista, y ahora la maduración de la vejez, el caso es que hemos fincado una cercana amistad, somos ahora nuestro mutuo paño de lágrimas.

 

A Quevir, ahora de 82 años de edad, le tengo, como se lo digo, envidia pero de la buena o sana, y, aunque suene raro pero así es, pues es un traga años, no tanto en lo físico, sino en actitud, parece como si apenas rebasara los 60 años.  Todavía le sobran energías para andar de un lado para otro.  Que bueno, ojalá Dios le brinde esa condición por muchos años más.  Condición que no hurta, sino hereda, ya que su padre, quien murió a los 97 años, gozó, hasta su muerte, de una vitalidad verdaderamente admirable.


 

Infieles

 

Por Alejandra Herren

 

Las estadísticas de infidelidad aseguran que el 60% de los hombres son infieles, y que el 40% de mujeres les sigue los pasos. Según las mediciones de Sexole, el primer estudio sobre conductas y preferencias sexuales de usuarios de internet en España, las mujeres son más infieles que los hombres (50% frente al 44%) y también más apasionadas: un 65% exterioriza más las emociones en el momento del clímax, frente a un 27%.

 

El estudio de Journal of Couple and Relationship Therapy asegura que entre un 45 y un 55% de las mujeres casadas son infieles.

 

Sin embargo, la percepción de infidelidad entre los hombres y las mujeres es diferente, y aquí hablamos de cuestiones subjetivas: el 50% de las mujeres no siente que el cibersexo sea infidelidad (el 80% de los hombres piensa igual).

 

Un 81% de las mujeres confiesa que coquetea con sus compañeros de trabajo, y dos de cada tres aseguran que tienen pensamientos sexuales con ellos.

 

Cifras, cifras, cifras.

 

¿Razones? Bueno, los especialistas (los hay para todo) sentencian que la infidelidad no sucede espontáneamente, sino que existen circunstancias que pueden provocarla.

 

Las razones pueden ser innumerables. No obstante, los sexólogos coinciden en que todas ellas se deben a un único motivo: procurar satisfacer las carencias en la pareja.  Sin embargo se ha detectado que un gran porcentaje no es tanto este aspecto, si no que les satisface que las halaguen, y de ahí a enredarse con otro hombre no es más que un brinquito, sobre todo si el hombre es una hábil conquistador.  Además hay que tomar en cuenta que hay mujeres sumamente débiles y ligeras.

 

Ellos esgrimen las siguientes causas:

 

_ Sentirse menospreciado por la propia pareja.

_ Haber caído en la monotonía: la rutina parece conducir sin escalas al aburrimiento sentimental.

_ Una vida sexual escasa o pobre: el sexo es un elemento fundamental y si produce insatisfacción en alguno de los miembros de la pareja, éste tenderá a buscar en otra parte lo que no encuentra en casa.

_ La falta de comunicación. La búsqueda de nuevas emociones cuando se ha terminado la etapa de enamoramiento y seducción con el propio compañero.

_ La pérdida de libertad si se tiene una pareja asfixiante.

_ Y un largo etcétera.

 

Los sexólogos podrán decir lo que quieran, pero yo me pregunto por qué, por ejemplo, los latinos tienden a ser más infieles que los anglosajones. ¿No median, acaso, cuestiones culturales que hacen que en ciertas áreas del mundo esté mejor visto que en otras? ¿No puede darse que uno esté con una persona que tiene un problema conductual?

 

Yo tuve un novio durante tres años al que —lo descubrí tarde- le encantaba acostarse con cualquier mujer que se lo permitiese. No hacía diferencias de edad, de color ni de aspecto físico. Me inventaba excusas para irse solo a cada rato, y la verdad es que no me di cuenta hasta ya avanzada la relación. ¿No es esta, acaso, la conducta de un adicto al sexo?

 

Más allá de mis dudas, lo cierto es que la respuesta femenina frente a un hombre infiel ha cambiado. Nuestras abuelas eran ciegas y sordas ante los deslices de sus maridos. Lo fundamental era no divorciarse, y para eso había que hacer un sacrificio.

 

Ahora no es así: una que otra aventura se puede perdonar, pero a alguien como aquel novio mío (con el que me iba a casar) hoy se lo manda gentilmente a hacer sus necesidades a otra parte.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Comentarios misceláneos

 

Por: Antero Duks

 

¿Qué es lo que tienen los políticos que soportan tal hedor? Porque por más que se acicalen resulta que "el que lo huele, abajo lo tiene", y eso los del PRI lo saben muy bien. Cuando nos decían que ya era un nuevo partido, recién bañado y peinado con copete, les salta lo fétido de prácticas añejas, pero muy vigentes, donde miles de millones de pesos salen a ventilar lo podrido del asunto, dejándonos muy claro que su aroma, es su recuerdo.


Pero hay que reconocerles que mientras la gente normal saldría corriendo despavorida ante la nauseabunda situación, ellos siguen ahí, simulando que no huelen nada.


Tal es el caso de su presidente,
Humberto Moreira, que ofendido por todo el ventarrón de acusaciones en cuanto al mega endeudamiento que dejó durante su administración en Coahuila, no acaba de levantarse de la lona cuando le viene otro gancho al hígado por operaciones fraudulentas.


Pero nadie hace nada. En cualquier otro lado ya lo hubieran, de menos, guardado en un clóset, sacado al patio, subido a la azotea o barrido debajo de la alfombra, con tal de no seguirse quemando. Pero no, el PRI quiere demostrar que es de esas aves que no se manchan en el pantano, sin advertir que son lo segundo. Si para cuando lean esto Moreira ya se fue, es porque ese inodoro se desbordó.


Lo curioso, y apuesto mi mundo de caramelo en eso, es que entre ese lodazal nunca sabremos dónde está toda la morralla que dió origen a este escándalo. ¿Acaso alguien ha esclarecido a dónde fueron a parar, ya de menos, la ligas que se guardó René Bejarano, los fondos en Suiza de Raúl Salinas o el origen del suntuoso rancho de Fox? Los políticos, sin distinción de color, nadan en aguas turbias y no les interesa sino desprestigiarse en pos de una carrera electoral que canta para oler peor que un sanitario en estación de gasolina. Y lo peor es que todos lo tenemos que usar.

 

Ubíquese, señor Presidente

Como gatos en una regadera se pusieron los gobernadores del país ante la insistencia del presidente Felipe Calderón por darle prisa a la depuración de las policías estatales. Inconciencia del primer mandatario pedir algo así, ya no digamos por querer borrar la bonita tradición de la mordida y el cochupo, tan tradicional en México como el tequila y el mariachi, sino porque lo quiere para ayer. Como si eso fuera de urgencia, en este lindo paraje donde todos andamos con camionetas blindadas y guardias personales sólo son ganas de molestar. ¿Pues no le dijeron que gobierna México? Seguramente no ha mandado esa petición con el original, tres copias, pago de tenencia y el consabido billete en medio, de tal forma que su trámite nada más no sale. Lo mejor es que ponga los pies sobre la tierra y oiga al gobernador perredista de Guerrero, Ángel Aguirre, que ante tal premura dijo: "No aspiramos a una policía como la de Suiza". Y tiene razón, si nos conformamos con dirigentes como él, pues sería un capricho pedir más.

 

Qué linda soy, qué bonita soy, cómo me quiero

La candidata del PAN al gobierno de Michoacán, doña Luisa Calderón, mejor conocida como (¿Cocoa?) la hermana del Presidente, sabe muy bien lo que tiene y a las pruebas se remite. Ante los reclamos de su competencia por aparecer en uno de esos programas de televisión donde los famosos se hacen pasar por personas normales, pero al final acaban siendo más corrientes que comunes, su respuesta fue que ni pagó un solo peso, ni ella lo solicitó. A ella la buscaron por ser una mujer y política atractiva. Sí, seguro, eso es lo que siempre hacen las televisoras mexicanas, buscar las historias más interesantes sin importar las influencias o prebendas que pudieran exprimir después. Por eso estoy ansioso por ver los capítulos subsecuentes con el presidente municipal de San Pedro de los Saguaros y los jefes de manzana de la colonia Guadalupe Tepeyac. Después de todo ¿qué culpa tiene ella de ser sencillita, carismática y apellidarse Calderón? Uno ve la tele para gozarla, no para sufrirla, aunque ese día me pasaron las dos cosas, pues no sabía si verla a ella o a las Kardashian, y es que ¡ay, cómo sufren todas ellas!

 

Manualidades con Marcelo Ebrard

Ya nos dimos cuenta que para el jefe de gobierno, lo suyo, lo suyo, es el glamour y el 'life & style'. Primero se va a traer inversiones al barrio que está aquí a la vuelta llamado Kuwait y después ya es estrella de la pantalla chica con Martha Stewart, esa mujer empresaria famosa por sus recomendaciones para el hogar, que van desde cómo doblar las toallas acolchonaditas hasta tener su propio huerto de hidroponia en casa. Ya que está en esas, no nos extrañará que aparezca en los programas del chef Antony Bourdain llevándolo a probar los deliciosos tacos al pastor del Metro Hidalgo, o en el programa 'A Prueba de Todo' acompañando a su protagonista por los inhóspitos lugares de Tepito; ya para rematar, hasta en Top Gear, el show de autos que en tan buena estima tiene a los mexicanos, haciendo pruebas de velocidad, rendimiento y potencia de las infaltables Ecobicis. Él, como Calderón, saben que es su rostro el que vende a México y su capital. ¿Sino quién?

 

¿Y ahora qué será de Lazlo Lozla?

De la indignación pasé a la tristeza cuando me enteré que el IFE ordenó retirar los spots donde Jorge Arvizu 'El Tata', llamaba a apoyar a López Obrador haciendo las voces de Cucho y Benito Bodoque. ¡Qué ganas de acabar con la diversión! Yo esperaba una respuesta inmediata y del mismo calibre de los demás contendientes para ganar adeptos. Pero no, nada más lo entusiasman a uno para después dejarlo con una batea de babas. Ya me imaginaba al buen caballo Arabella posando para un final de fotografía y llamando a votar por Peña Nieto. O al oficial Matute en pleno show de Rey por un Día haciendo campaña para el superpolicía Ebrard. Al Marajá de Pocajú repartiendo diamantes junto a Santiago Creel; a Mimosa que es todo un primor en un mitin con Josefina Vázquez Mota o al Gran Gus poniendo a todos en su lugar junto a Manlio Fabio Beltrones. Me tiembaln las manos de gusto y me dan ñáñaras sólo de pensar en el buen Demóstenes diciendo "sufro, sufro, sufro" junto a… ustedes saben quién. (Una pista: trae tres mil pesos en cada bolsa).