sábado, 25 de diciembre de 2010

Y… ¿Quién tiene la culpa?

 

Por: Enrique Galván Duque Tamborrel

Diciembre / 2010

 

 

Cuando algunos miembros del gobierno de transición declararon que la deuda pública que deja la administración de Ulises Ruiz Ortiz (URO) supera los seis mil millones de pesos, cientos de oaxaqueños nos hicimos la misma pregunta: ¿Para qué sirvió ese endeudamiento? Las respuestas son muy sencillas.}

 

Esos recursos no sirvieron para apuntalar a Oaxaca como un estado progresista, pujante, seguro, educado y echado para adelante;  sirvieron para que  a algunos incondicionales y cercanos colaboradores de URO  se les reventaran los bolsillos con millones y millones de pesos producto de la más escandalosa corrupción. Sirvieron para que Miguel Ángel Ortega Habib (MAOH), el secretario de finanzas del gobierno "ulisista" sea investigado por la SIEDO por depósitos millonarios  a cuentas de sus familiares en Jalisco.  Hoy se sabe que estos recursos alcanzan los 1123 millones de pesos y que la propia SIEDO y la CNBV  lo rastrearon desde Oaxaca.


Error garrafal de  Ortega Habib. ¿Qué no sabía que los depósitos millonarios los fiscaliza como perro de presa el SAT?  ¿O en el colmo de la soberbia pensó que el poder acumulado con URO  le iba a servir a sus familiares para estar al margen de la ley?


Se fueron aquellos tiempos en que el todo poderoso MAOH tomaba copas en compañía de un Gobernador que pintaba "caracolitos" a los presentes, hoy más sólo y abandonado que nunca; copas que  servía la "Titis", cuya cercanía a URO le permitió contender por la presidencia municipal de la capital, cuando no tenía ninguna posibilidad de ganar la elección.


¿Para qué atrasaron el proceso de  entrega – recepción con el equipo de Gabino? La respuesta también es muy sencilla: querían tiempo para limpiar la casa, cuadrar lo que nunca van a poder hacer y  justificar lo que, tampoco van a poder justificar.

 

Si se trata de asuntos de corrupción, la administración ulisista deja mucha tela de donde cortar: el dinero que no cuadra en los gastos del "techo" del Auditorio Guelaguetza, los recursos asignados a un medio de información propiedad de la familia del diputado apostador por él mismo y  ahora, el asunto de MAO tienen a aquellos que acompañaron a Ulises en la desventura de desgobernar Oaxaca en ascuas.


Lo que les recomendamos desde este momento es seguir al pie de la letra el viejo refrán mexicano que dice: "Cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar"

Los Números que deja la administración de Ruiz Ortiz son alarmantes: 38% de los oaxaqueños sumidos en pobreza alimentaria;  46.9% en pobreza de capacidades y 68% en pobreza de patrimonio, porque los  escándalos de corrupción y enriquecimiento ilícito también lo son. Lo que estamos presenciando es apenas la punta de lanza en este tipo de cuestiones  de lo que se aproxima en Oaxaca. Con la detención  de los familiares de  MAOH en Jalisco, más de cinco incondicionales de URO, y él mismo se han puesto a temblar.

 

La alcantarilla apenas se abrió, lo más putrefacto saldrá en un corto tiempo más. Hay que esperar en primera fila. El sexenio de la corrupción nos ofrecerá espectáculo de altos vuelo

 

Pero, ¿Quién tiene la culpa?  La culpa la tenemos todos, todos los que de alguna forma hemos permitido que gobiernos así se entronicen en nuestro Estado.  81 años de una dictadura partidista, de un gobierno hegemónico en donde impusieron su ley para depredar al Estado de Oaxaca.  La Trinca Infernal (PNR-PRM-PRI) llevó a uno de los estados más ricos en bienes naturales del país a la pobreza extrema, la mayor del país.

 

Cuántas grandes fortunas se han amasado a costa de explotar al Estado de Oaxaca impunemente.  La mayor parte de la población lo sabe pero la calla, como ha callado pasivamente durante muchos años, 81 para ser exactos.



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